Después de un fin de semana de mucho relajo con los amigos y la familia, el pasado 23 de enero, fui al cine a ver la película Willaq Pirqa por recomendación de muchos. Con sinceridad mis expectativas no eran tan altas, lo único que esperaba era pasar un buen rato con mi hermana; sin embargo, fue todo lo contrario, la película superó mis expectativas y más aún sentí en algunos puntos mucha identificación con ella.
Willaq Pirqa traducido al español significa “Pared que habla” cuenta la historia de como una comunidad ubicada en Maras – Cusco conoce el cine por medio de su actor principal Sistu o como con cariño le dirían en el ande “Sistucha”. Sistu es un niño de 10 años quechua hablante, pero que también lee, escribe y entiende el español y que a causa de que su profesora del colegio les cuenta sobre el cine, despierta en él y en sus amigos la curiosidad de saber que es el cine y cómo es que una “pared habla”, entonces Sistu emprende un viaje al pueblo de su comunidad – donde su profesora le dijo que había el famoso cine- con la esperanza de conocerlo.
Sistu, llega a conocer y amar el cine y con él toda su comunidad, no continuaré más contando la película, porque no quiero ser spoiler y prefiero que la vean y la disfruten tanto como yo lo hice.
Lo que si voy a realizar en las siguientes líneas es una reflexión conjuntamente con la coyuntura que vive nuestro país y de cómo actualmente muchas comunidades como la Sistu, no conocen sobre el cine y aún peor no conocen lo que es una cocina a gas o eléctrica, una terma a gas o eléctrica, una computadora, un ipad y si seguirá, sería un largo etc. Por lo tanto, me realizo las siguientes preguntas, ¿a qué se debe esto? ¿Es culpa de Lima? ¿Son válidas las protestas? ¿una asamblea constituyente solucionaría el problema?
Voy a intentar de manera sencilla responder a estas preguntas y si en el camino saltan algunas más, también haré todo lo posible por responderlas.
¿A qué se debe esto?, bueno en mi opinión se debe a distintos factores, pero resalto principalmente cuatro que son (i) Olvido, (ii) Falta de empatía (iii) Desgobierno y (iv) Corrupción, como podrán darse cuenta los cuatro factores mencionados están concatenados comenzado por una corrupción galopante que azota a nuestro país hace mucho tiempo, pero que se ha visto agravada en el último quinquenio.
La mencionada corrupción, género que haya un desgobierno, es decir, que el estado y sus estadistas estén más preocupados por librarse de la justicia que por gobernar y sobre todo gobernar para los que más lo necesitan, solo por poner un ejemplo, desde el gobierno del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski (2016) este se vio envuelto en tantos escándalos políticos y de corrupción que – en mi humilde opinión- nunca gobernó, nunca hizo nada y lo más triste es que con este hecho la taza de pobreza y pobreza extrema se vio aumentada. Cuando el ex presidente PPK renuncia y se da el gobierno de transición, ingresa como presidente el “Lagarto” que se ve envuelto en una crisis sanitaria y aprovecha dicha crisis para concretar presuntos actos de corrupción y abuso de poder como el tan sonado “vacuna gate” que termina por fulminar su gobierno tras ser vacado por el Congreso de la República, no vamos hablar de Manuel Merino, ya que su gobierno solo duro dos días y termina renunciando tras la presión de la “juventud siempre vigilante” Seguidamente ingresa Sagasti, quien encuentra un país en medio del alza de una crisis sanitaria, económica y social y al que solo le quedo garantizar la vacunación de la gran mayoría de la población, termino su gobierno y tras las elecciones del 2021, ingresa Pedro Castillo, un presidente muy por debajo del promedio con su lema “ no más pobres en un país rico” y que se preocupó más, por volver ricos a unos cuantos y empobrecer a muchos, por lo que su lema debió ser “algunos ricos en un país pobre”.
Castillo, termina siendo vacado tras un golpe de estado fallido. Actualmente, nos encontramos en medio del gobierno de transición de la Sra. Dina Baluarte (parte de la plancha presidencial del Sr. Castillo) y algo que sigue ocurriendo en este gobierno es olvido en los más necesitados, desgobierno y corrupción (falta de obras, carreteras, hospitales, colegios, electricidad, agua potable, agua de regadío, etc) sin embargo creo que es importante mencionar que dentro de las causas de los problemas identificados es que seguimos en un show político que genera una conmoción social y de reclamos en donde un sector de la población ( con reclamos legítimos) viene siendo azuzado por un sector político que por años se dedica a ello, es decir, se dedica a comer, a lucrar y a vivir de los conflictos sociales generando así desgobierno y teniendo como fin último la destrucción del estado y sobre todo del estado de derecho.
Hemos mencionado en líneas anteriores que existe un sector de la población con reclamos legítimos; y si, consideramos que los reclamos que se ventilan en las protestas actualmente son legítimos y se enmarcan en situaciones y hechos simples como los desarrollados en la película Willaq Pirqa, donde una comunidad no conoce el cine, pero actualmente la situación es aún peor, hay comunidades alto andinas que desconocen muchas cosas, partiendo de la educación, de los servicios públicos hasta la tecnología. Actualmente existe un profundo olvido, ¿pero las soluciones que se plantean, realmente son las más idóneas? ¿es culpa de Lima?.
Respondiendo a estas últimas preguntas, yo creo que no. El planteamiento de una potencial Asamblea constituyente, en un momento donde existe mucha desinformación y falta de educación, en vez de solucionar el problema lo agravaría más, no soy partidario ni creo que la actual constitución es sacrosanta, es más soy de la opinión que existen distintas reformas que son necesarias debatir y ponerlas en la mesa, como por ejemplo: la potencial bicameralidad, el abuso de los contratos ley, las reformas electorales, reformas tributarias y etc. Pero recalco, no se necesita cambiar toda la constitución, no tenemos la clase policía de antaño con Alayza, Mario Polar, Osterling, Bedoya Reyes, etc.
Finalmente, no creo que el problema sea Lima, ya que Lima, Puno, Cusco, y todas las regiones, conforman un hermoso Perú, lleno de diversidad, pisos ecológicos, idiomas, culturas, lo que si creo que sucede, es que existe una facción política, destructiva, abusiva y aprovechadora, que históricamente se ha dedicado a vivir del conflicto y a dividir a los peruanos, y que está intentado hacer creer a muchos que el problema es Lima. No señores, el problema no es Lima, Lima también tiene problemas y muy graves, existe pobreza, falta de electricidad, agua potable, transporte, inseguridad, etc.
La culpa la tiene el político corrupto que utiliza la política para enriquecerse y no para trabajar por los demás. No dejemos, que esa facción que ha empobrecido al pueblo venezolano y destruye actualmente a América Latina, intente engañarnos con ideas trasnochadas y que fomentan la división entre peruanos. Les recuerdo que el Perú es más grande que sus problemas.
Por último, los invito a ver Willaq Pirqa para que de alguna manera entiendan los problemas y las asimetrías que sufren muchos peruanos; y porque necesitamos de gente honesta y preparada que tome las riendas del Perú.
Vivimos en un país donde todos somos diferentes, por lo que, aspirar a una igualdad a raja tabla es totalmente utópico, pero en lo que si debemos trabajar es en la erradicación de la pobreza, es por ello, que debemos trabajar juntos, finalizo con un mensaje del Gran Bedoya Reyes “Si no curamos la política …. Vamos a ser un país muy desgraciado a corto plazo”.
Espero que, en una próxima conversación profundice más sobre las potenciales soluciones jurídicas y políticas que necesita nuestro país. Nos vemos.